lunes, marzo 01, 2021

VUELVA USTED MAÑANA

 

Las vacunas llegan tarde

y pocas.

Echan a perder muchas.

También reportan perdidas

otras.

Es difícil el oficio de la esperanza

aquí donde pasa todo

y no pasa nada.

Una foto no salva,

un olvido condena.

Qué poco importa

lo que debería importar tanto.

Sonríen sobre lágrimas

ajenas

sin pudor

sin vergüenza.

En la fila

brazos dispuestos

al punzón de la aguja.

En la fila promesas

amontonada sobre anhelos.

Vuelva usted mañana

que los termómetros de Dios

están fallando.

Vuelva usted mañana

que la sombra ensombrece

y el virus

no conoce toque de queda.


Han vacunado a los amigos

del dueño

se la jeringa

vuelva usted mañana.

 

Cuando conoces la mirada

del muerto

ves todo muy distinto.





TAMBIÉN ES LUZ

 

También es luz
esta muerte
que respira
el aire
que respiro.
No es solo una sombra
que camina
conmigo.
También es luz
intensa
ciega
que todo lo ve.
Conoce mi nombre
y lo escribe
con su mano
sobre la mía
llena de luz.




sábado, abril 18, 2020

A PLENA LUZ


En un abril y cerrar de ojos
las aguas de marzo trajeron silencio
                                y puertas cerradas.
El mundo sigue siendo el mismo
                            pero es distinto,
solo hablan las ventanas.
Es un tiempo extraño:
celebramos que construyen refugios
  antiaéreos
mientras escuchamos el zumbido
del vuelo
de la primera bomba.
El cielo está despejado
                               y triste.
Los pájaros cantan fuerte
  una letanía para el olvido.
Pocas veces han sido tan oscuros
                                            los días
                                     a plena luz.


                                           

martes, marzo 24, 2020

EL COMEDOR, AÑO DOS MIL VEINTE


Estaba fría la comida, tanto como la conversación y las miradas frías que se cruzaban de tanto en tanto entre bocado y bocado. Más que una cena era otra ceremonia del silencio, ponerle un reproche a esto sería calentar la sopa. Las piedras que iban a tirar ya habían sido lanzadas y quebraron todo lo que iban a romper: su matrimonio, por ejemplo.
Helaba el ambiente en ese apartamento de ciudad tropical.
Nadie iba a decir pásame la sal, ni qué rico está todo, ni cuánto me gusta esto que hace tiempo no probaba. Nadie iba a servir un vino después. Nadie iba a apostar ahora por un después.
-¡Mañana me voy!
Gritó él.
-¡Es que si no te mata el virus te mato yo!
Gritó ella.
Esa noche decretaron aislamiento social y confinamiento obligatorio. Nunca fueron tan pocos metros esos pocos metros cuadrados del apartamento en que vivían.
Cuarentena.
Larga cuarentena.



domingo, marzo 22, 2020

EL PARQUE, AÑO DOS MIL VEINTE

Se miraron después del primer beso con el vértigo que habita los descubrimientos. Nunca antes ninguno de los dos había besado a nadie. Había tanta ternura en esas manos que eran capaces de prometer, también por primera vez, que esto jamás sentido por ellos era para toda la vida. Chicos estrenando romance. Se despidieron con nerviosismo en el cuerpo, temblor en los pies y una sonrisa inolvidable.

Dijeron que mañana se volvían a ver ahí, en el parque.

Con urgencia desearon que mañana fuera mañana.
Y mañana llegó.
Y llegó con otras palabra que tampoco conocían, como lo que recién estaban viviendo; cuarentena por pandemia.

Al parque no llegaron ellos.
Ni nadie.

El segundo beso tendrá que esperar.



miércoles, enero 22, 2020

UNA CASA QUE TAMBIÉN ES UN PAÍS




En cada pared
un lamento,
en el piso frío
la muerte
fría.

Las ventanas
enseñan precipicios
por paisaje.
Caminas por el pasillo
de los espejos rotos
antes de pasar la noche
en el cuarto de las pesadillas
recurrentes.

Han deslizado un papel bajo la puerta;
otra amenaza,
garabateados con mala ortografía
están los nombres
que escribiste con afecto
en tu corazón.

Somos esta casa
con fotos colgadas
de Jesús Abad Colorado y Federico Ríos
en la pared.
Somos el patio
en invierno
del guayacán amarillo de Ethel Gilmour
y los cargueros de Beatriz González
proyectan su sombra
sobre nuestra tristeza.
Somos estos pasos descalzos
sobre el piso fundido
por Doris Salcedo.
Un poema de Piedad Bonnett
nos cobija.
Una canción de Marta Gómez
nos abraza en esta casa.

Una casa que también es un país
es el lugar en que pasamos la noche
esta noche
en el barrio
de los invisibles,
de los ausentes.




domingo, enero 12, 2020

CANDIDATO



El político que perdió las elecciones sigue sonriendo
en las lonas de sus vallas de campaña.
Tal vez sólo ahí.
Además de las votaciones perdió el interés
de recoger todo eso que fue ilusión y ahora es basura.

A kilómetros del sitio de su derrota
en alguna carretera colombiana
vi su imagen de alegría de agencia,
su actitud de confíeme a su madre
que la cuidaré bien
aunque no me interese siquiera su nombre.

Vi su foto hecha techo y pared
en un rancho
al que entraban la lluvia y las angustias.
Bajo esa lona un niño llorando buscaba refugio.
Él sonreía.